miércoles, 18 de diciembre de 2013



 

 
El fuego del amor que agosta cuanto toca,
Ese fuego letal, banal y peligroso
Que de las largas noches arrebata el reposo
Ese fuego es un fuego con aristas de roca.
 
El juego del amor, y su furia barroca
Que arrebata el sentido y no siempre es hermoso
Es un juego de naipes, y un terreno fangoso
El veneno pintado que llevas en la boca
 
Las palabras de amor y su fuego y su ruego
No se las lleva el viento, no queman, no son hielo;
Son tan solo las fichas de una ruleta loca
Donde en vano la muerte con la vida se enroca
Mientras nos confundimos con empeño y con celo
E intentamos buscarle un nombre al azar ciego.
 
Suceava, 1 de diciembre de 2013

 

 

 

miércoles, 1 de mayo de 2013

ÎNZĂPEZÍRE

 

                                               (Pentru Catalina Pinzaru)

 

 

Despacio, en la ciudad, la nieve lenta

Con su blanca belleza cae y cae

Cubre aceras y parques, cubre árboles

Cubre tu corazón, blanda y serena

Y extiende su silente alfombra, alerta,

Se  anticipa a tu paso, y tus afanes

Los detiene acallados, y en las calles

Abre con calma insólitas veredas.

Esta nieve insistente y misteriosa

Te trae el tiempo antiguo de la infancia,

La desesperación y los amores,

O el perdón o el olvido que corroe

Todo cuanto fue hermoso y su nostalgia.

Tu casa, en esta nieve hoy la recobras

 

Suceava, 19/01/2013

jueves, 8 de noviembre de 2012

Para Alina Bordian

Amo los trenes que cruzan insomnes
la noche, amo la intimidad
fría, descolorida, inexplicable
de los viejos vagones de la Europa del este
desde Viena a Brasov, de Berlin a Belgrado o por ejemplo
De Budapest hasta Timisioara
Amo también la soledad, las apagadas luces
de las perdidas solitarias estaciones
el silbido procaz de las sirena, el chirriar
obsceno de los frenos, la lujuria
en las cabinas de dos pasajeros,
en amor en los trenes, la amistad
que nace de los trenes y las vías
eternas que prosiguen
siempre, siempre adelante:
los trenes siguen sin la vida acaba
y apenas descarrilan, la vida casi siempre
equivoca la vía y nunca vuelve;
por eso me parecen tan seguros
por eso los añoro desde el cielo,
amo su lentitud y su perseverancia
cuando los veo pasar o cuando sueño
e imagino mi vida como largo viaje
en tren desde Lisboa a Bucarest

Timioara,  mayo de 2012   



jueves, 27 de septiembre de 2012

GINEBRA



Aunque todos hablaban de Ginebra,
nadie la conoció; también yo entonces
lo mismo que los otros la buscaba
Tampoco la encontré: habría bebido
con fiebre de sus labios como bebe
quien apura su ultima botella
o ha encontrado el grial, pero confieso
que apuré mil botellas y bebí de mil labios
en mi intento de hallarla: quien lo hiciera
en aquel tiempo de la juventud habría sido
el mejor caballero, y para siempre...
Sien embargo,
aunque muchas tenían nombres extraños
-Larios, Rivers, Beefeater, Thankeray...-
o incluso familiares, como Luisa
o Maricarmen, Soledad o Dolores,
ninguna, ay, se llamaba Geneviêve.

Harais du Buat (L’Aigle, France); Agosto 2006

martes, 25 de septiembre de 2012

GATOS EN HERESTRAU

Arde mi corazón en el cielo de fuego

y mis pasos recorren, cuando me dejas solo,

solitarios y lentos los senderos del parque.

Ahora me cambiaría por la hierba quemada

por la luz reflejada en las aguas del lago

violenta y cruel o por la indiferencia

soberana y soberbia de los gatos que miran

somnolientos y altivos como pasan los hombres,

casi ramoneando, como un torpe rebaño,

entre puestos que exhiben cerámicas o dulces.

Los gatos que contemplan, casi como sin ojos,

con desprecio y silentes nuestra torpe tarea

con la insolencia ajena que les dieron los dioses

Esos gatos que miran con desgana y con sorna

Mientras arde la tarde en mi alma incendiada

BRASOV, 7 de julio de 2012

miércoles, 18 de enero de 2012

TRES POEMAS EN CÓRDOBA

I
RONDA DE LOS TEJARES

Espejo de tu mente
estas calles , de tu alma burbujas,
titilan lentamente
y trabajosamente
al poso de las brujas
te abandonas extraña y blandamente;
cedes a la dulzura
y tu sangre remonta las colinas
cuando el sol transfigura
cuanto la luna apura
y ya cenizas blancas y cansinas
recobras tu figura
fundida en la penumbra y el asombro
de noches y avatares
remotos, tutelares:
acaricia tu hombro
un flujo prodigioso de azahares.

II

HOTEL SERRANO

No encontrarás la casa
no encontrarás la casa ni el acaso
ni el testigo o la brasa
de las horas: tu paso
es quemadura y soledad de gasa.


III

PASEO POR EL CENTRO

La geografía urbana de tu vida pasada
se dibuja confusa esta mañana húmeda
mientras andas despacio por callejas desiertas...
Cuando suena, el reloj la nostalgia alimenta
y comprendes mirando las lunas que te cruzas
que ya no reconoces la casa ni la plaza.

Córdoba, 28 de febrero de 2006