jueves, 27 de septiembre de 2012

GINEBRA



Aunque todos hablaban de Ginebra,
nadie la conoció; también yo entonces
lo mismo que los otros la buscaba
Tampoco la encontré: habría bebido
con fiebre de sus labios como bebe
quien apura su ultima botella
o ha encontrado el grial, pero confieso
que apuré mil botellas y bebí de mil labios
en mi intento de hallarla: quien lo hiciera
en aquel tiempo de la juventud habría sido
el mejor caballero, y para siempre...
Sien embargo,
aunque muchas tenían nombres extraños
-Larios, Rivers, Beefeater, Thankeray...-
o incluso familiares, como Luisa
o Maricarmen, Soledad o Dolores,
ninguna, ay, se llamaba Geneviêve.

Harais du Buat (L’Aigle, France); Agosto 2006

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