El fuego del amor que agosta cuanto toca,
Ese fuego letal, banal y peligroso
Que de las largas noches arrebata el reposo
Ese fuego es un fuego con aristas de roca.
El juego del amor, y su furia barroca
Que arrebata el sentido y no siempre es
hermoso
Es un juego de naipes, y un terreno fangoso
El veneno pintado que llevas en la boca
Las palabras de amor y su fuego y su ruego
No se las lleva el viento, no queman, no
son hielo;
Son tan solo las fichas de una ruleta loca
Donde en vano la muerte con la vida se
enroca
Mientras nos confundimos con empeño y con
celo
E intentamos buscarle un nombre al azar
ciego.